Las mujeres de Sant Adrià de Besòs a través de su Consejo municipal proponen en el manifiesto de este año una alianza de las mujeres comprometidas en la lucha por la igualdad y la transformación de la sociedad montada por hombres. La unión entre hermanas para ser más fuertes y trabajar por un mundo mejor para todos: mujeres y hombres.

La lucha feminista viene de lejos y está hecha de pequeñas y grandes luchas, individuales y colectivas. Con batallas ganadas y otras de perdidas. Momentos de progreso y situaciones de retroceso. El manifiesto de este 8 de marzo leído a las puertas del Espacio Cultural del barrio de la Mina exige la consolidación efectiva de los derechos de las mujeres y en compromete en continuar la lucha. Pone sobre las conciencias datos escalofriantes: 1.000 feminicidios (asesinatos de mujeres debido a su condición de mujeres) en los últimos 15 años, un 23% menos de sueldo por el mismo trabajo, lo llaman brecha salarial, 14 "millones" de mujeres acosadas sexualmente -sólo cada nuestra- o la violencia de enero que sufre el 100% de las mujeres refugiadas.

El seguimiento masivo de la huelga de este año visualiza el papel clave de la mujer en el mundo laboral y denuncia la imposición de los roles de género que perpetúan la situación injusta que sea la mujer la que asuma una doble o triple jornada de trabajo (laboral , doméstico y de cuidadora) debiendo renunciar a veces a una jornada laboral completa. Las mujeres denuncian la falta de igualdad de oportunidades y posibilidades nos los distintos ámbitos de la vida familiar, laboral, político y social. Y, se comprometen a continuar la lucha, a veces, desde el trabajo y la responsabilidad individual, y otros colectivamente contra los patrones patriarcales y reduccionistas que determinan las reglas de juego de la sociedad, tal como lo han montado los hombres.

Hablan de "sororidad" (alianza y unión entre hermanas) versus "fraternidad" (hermanos), para sumar y multiplicar, en lugar de restar y dividir. Para mirar, hablar, escuchar, conocer, reconocer, crear desde la perspectiva y sensibilidad de las mujeres. Para poner en valor el afecto de las mujeres, entre las mujeres y para las mujeres. Y, la llamada es al conjunto de la sociedad, a las mujeres y los hombres. Ellos, los hombres, tienen el reto personal y colectivo de creer y confiar en las mujeres para sumarse a la transformación que les proponemos.

Consorcio del barrio de la Mina