Los servicios socioeducativos del Consorcio se adaptan a los requerimientos para tratar de frenar el actual incremento de la transmisión de la Covid-19. Esta vez, manteniendo la atención presencial y extremando las medidas de protección personal y colectiva. Combinando el teletrabajo para la tarea interna organizativa y afrontando el reto de ser cercanos manteniendo el distanciamiento social.

 

Si el pasado mes de marzo, con la llegada de la pandemia y el confinamiento, la adaptación se centró en explotar al máximo las redes sociales para convertirlas en herramientas de trabajo y relación al servicio de las familias, niños y jóvenes; esta vez el reto es mantener la atención presencial preservando la salud de todos, profesionales de los equipos educativos y usuarios de los servicios. Ahora la estrategia para mantener el virus a raya son los grupos burbuja cerrados para evitar el intercambio y la propagación de la malaltica.

Hacemos Familia, La capsa dels jocs y Espai Jove asumen el reto desde dos perspectivas diferentes: una, cumplir con todas las medidas de control y prevención del contagio, y, dos, hacer una atención de calidad para responder a las necesidades en este momento de las personas que diariamente asisten a los tres servicios socioeducativos del Consorcio. En todos los casos se toma a todos la temperatura antes de entrar en el espacio que se comparte, se exige la mascarilla y llevarla bien puesta a partir de 6 años, se han instalados dispensadores de gel hidroalcohólico, se ha reducido el aforo, se han fijado áreas diferenciadas para las actividades y establecidos grupos burbuja que no se encuentran entre ellos. En cuanto al material utilizado (utensilios, juguetes, juegos, ordenadores ...) se desinfecta cada cambio de grupo. Ha sido necesario rehacer parrillas de horarios y citas a Hacemos Familia, regular turnos de entrada y salida a La capsa dels jocs para dar oportunidad a todos, y hacer un traslado de sala Espai Jove para garantizar la ventilación. Los equipos educativos han puesto especial atención en explicar a las familias los protocolos y el nuevo funcionamiento, y éstas también han hecho un esfuerzo para adaptarse y colaborar.

 

Atención a las nuevas necesidades
Coordinadamente, se ha acentuado el necesario trabajo de observación y análisis de las dinámicas y el intercambio de insumos con las familias. Se trata de poder dar, en todo momento, la respuesta más conveniente, hacer prevención estando atentos a los cambios y las nuevas necesidades. Estamos ante un reto que es personal y colectivo, que como comunidad debemos saber gestionar también en los aspectos emocionales. Es aquí donde estos servicios ya se plantean el momento en que habrá que revertir, tanto en niños como en adultos, el distanciamiento físico y emocional que estos meses se instala en las relaciones humanas. Y, mientras tanto, en lo posible compensarlo a pesar de todo. Hay un equilibrio para garantizar al mismo tiempo prevención y seguridad, y una buena atención y comunicación. La mascarilla es una barrera en la comunicación y dificulta el lenguaje. Se hace un esfuerzo para hablar claro y vocalizar bien. En el caso de los bebés es especialmente importante encontrar otras formas de comunicación y expresión no verbal. "Ahora sonreímos con los ojos y las manos, dicen en la Capsa- porque no podemos hacer muecas ni besos". Y añaden que, "cuesta evitar dar abrazos a los niños y la mano sobre el hombro de los adultos en señal de apoyo". A Hacemos Familia aseguran que "son más importantes que nunca la escucha activa y la empatía" para acompañar situaciones de angustia y soledad que se pueden dar en estas circunstancias, y "poner énfasis en la expresión corporal, el tono de voz y verbalizar las emociones ".

No hay que dejar pasar las oportunidades que como toda crisis esta también tiene. A Espai Jove los meses de confinamiento facilitaron la creación de nuevos vínculos, especialmente, con las madres y padres de los adolescentes vía redes sociales. Explican que "estamos agradecidos a las familias para que nos han permitido entrar en una parcela más privada de su espacio" y, aseguran, que "ahora todos nos conocemos mejor". Esto ha hecho más fácil la reanudación de nuevo curso, ya desde el momento de las inscripciones, que han aprovechado para mostrarles la nueva sala donde se han trasladado.

  

Colaboraciones y estudiantes de prácticas
Sin embargo, se ha conseguido mantener algunas de las colaboraciones externas, como la del equipo de matronas del CAP La Mina que ahora hacen sus charlas para videoconferencias a Hacemos Familia y las de la sección medioambiental de la AMB con el caja de los juegos que goza de su ubicación en el parque del Besòs en un espacio abierto y libre. Otras propuestas se están rehaciendo para adaptarlas en formato y aforo.

El programa de estancias para estudiantes en prácticas que quedó interrumpido por el departamento en marzo pasado se ha recuperado. Actualmente, una estudiante de cuarto curso de Educación Social las está haciendo a Hacemos Familia y un tercero ha comenzado sus a La capsa dels jocs. Entendemos que la situación de crisis creada por la pandemia es igualmente un campo de aprendizaje y experiencia al que los futuros profesionales deben tener acceso. Para poder formarse en adaptabilidad al imprevisto y la incertidumbre, búsqueda de nuevos recursos, mantener el trabajo en equipo con las herramientas telemáticas y continuar siendo cercanos a las personas a pesar de las circunstancias actuales.

 

 

Consorcio del barrio de la Mina