La actividad física coge peso en el proyecto de Espai Jove y cada vez son más las actividades de juego y dinámicas deportivas orientadas a fomentar en los jóvenes el ocio al aire libre. Después de la jornada escolar en las aulas el trabajo en el exterior y de movimiento resulta una muy buena herramienta para el trabajo socioeducativo. Y ideal en tiempos de coronavirus. 

 

Su programación mensual dedica todos los miércoles a la actividad deportiva con la propuesta "El Movimiento nos hace más fuertes". Gracias a la cesión de sus instalaciones por parte del Instituto Escuela La Mina, Espai Jove dispone del lugar ideal para dedicar la tarde a practicar baloncesto, voleibol, fútbol, ​​y juegos activos como frisbee, carreras, pitchee ... Aunque debido a la irrupción de la pandemia por la Covidien, en marzo de 2020, el proyecto comunitario que en aquellos momentos se estaba poniendo en marcha en la Mina contra la obesidad infantil se detuvo en seco, Espai Jove ha querido continuar con aquella propuesta y promover la actividad física entre los adolescentes y jóvenes. De hecho, aunque quedó más claro su acierto cuando al volver de los meses de confinamiento los mismos jóvenes reconocieron haber perdido forma y ganado peso por la falta de ejercicio y el aumento de las visitas a la despensa de casa. Pidieron los educadores intensificar la actividad física y rutinas de ejercicios para mejorar la forma física. De modo que el programa de los miércoles se ha añadido el de los lunes con juegos de movimiento en el patio del centro cívico. Juegos tradicionales de cuando los niños jugaba en la calle, pica pared, el pañuelo, escondite, perseguir, carreras a caballito... También se promueven los paseos, pequeñas salidas hasta la playa o en los parques cercanos para jugar en grupo. Una propuesta que ha gustado a los jóvenes.

  

Entornos próximos para la actividad física en el exterior
En el parque del Besòs, en el barrio de la Mina, hay pistas para practicar baloncesto, una zona con aparatos para hacer ejercicio físico, mesas de ping pong y caminos bajo los árboles que invitan a pasear, relacionarse con la naturaleza urbana y empezar una conversación. Es un entorno donde el trabajo socioeducativo continúa. Facilita a los educadores momentos para observar dinámicas y comportamientos, que les ayudan a detectar las necesidades del grupo de jóvenes y les permite adaptar su intervención. En el entorno del barrio hay otros espacios como la Zona Foro y su parque, el cauce del río Besòs y la playa, que son destino habitual de las salidas del grupo y que permiten organizar estas actividades al aire libre que fomentan la actividad física. En este momento se prepara una muestra de deportes de cara al próximo mes, aprovechando que entre el equipo educativo hay un entrenador de baloncesto y una entrenadora de voleibol.

Espai Jove está implicado en el proyecto comunitario de repensar el uso y aprovechamiento del patio del centro cívico del barrio para hacer propuestas educativas de ocio activo. En este sentido, se propone introducir el mundo de la calistenia. Quizás, un concepto nuevo para alguien, sin embargo, que no es más que un sistema de entrenamiento donde sólo hay que contar con el peso del propio cuerpo para fortalecer la musculatura, reducir grasa corporal y hacer trabajo cardiovascular. Es una práctica que no requiere grandes instalaciones y que resulta divertida y efectiva. Otras posibilidades que se podrían sugerir para el proyecto son un rocódromo horizontal a baja altura; un circuito de escaleras, puentes y tirolinas de cuerda y madera; y la instalación de canastas de baloncesto, mesas de picnic y de ping pong.

Además, en tiempos de coronavirus, como más actividades hacemos en el exterior bien airead@s, mejor.

  

Consorcio del barrio de la Mina