A raíz de la irrupción de la pandemia por la Covidien y el confinamiento de hace un año, los servicios de Apoyo a las comunidades de escala ya las familias del Edicifio Venus han creado redes vecinales que velan por el bienestar de las personas más vulnerables. Se ha establecido una organización propia para garantizar alimentos y medicamentos a los grupos de riesgo para evitar que tuvieran que salir de casa.


Aprovechando el trato cercano y la atención personalizada que ambos equipos tienen con la población del barrio, vertieron a detectar las nuevas necesidades surgidas con la crisis socio-sanitaria. El autoconfiament que les obligó al teletrabajo, no estuvo impedimento para continuar estando cerca de las personas, convertirse en elemento detector de situaciones de vulnerabilidad, y hacer apoyo a las familias que se dirigían buscando orientación ante la incertidumbre inicial. Así se consiguió, por un lado, hacer contención tranquilizante-las dando información veraz y contrastada y, por otra, descongestionar los teléfonos de emergencia.

Paralelamente, a partir de la información técnica que disponen los servicios y el apoyo de las personas referentes de cada comunidad, con quien se trabaja habitualmente, se confeccionó una relación de casos que pudieran encontrarse en situación de vulneración que se hacer llegar a los Servicios Sociales del municipio. La actuación de estos dos servicios continuó con una rueda completa de llamadas a todas las personas incluidas en el listado, para acompañarlas emocionalmente y asesorarlas en todo lo que les haga falta.

Trabajo comunitario en tiempos de coronavirus
Este trabajo se ha acompañado de una intervención en el ámbito del trabajo social comunitario. El contacto con los referentes de cada comunidad de escala ha sido constante para organizar cuestiones de higiene comunitaria, el trabajo de los servicios de limpieza de acuerdo a los protocolos y medidas para evitar la propagación del coronavirus, y para establecer la parada del cobro presencial de las cuotas comunitarias y proponer la alternativa del pago domiciliado. Gracias a esta relación permanente y de confianza se pudieron organizar las redes vecinales y detectar nuevos casos de vulnerabilidad que también han podido ser atendidos. De esta manera, se ha garantizado que las personas mayores que viven solas, las que tienen más riesgo ante la pandemia o las que tienen dificultades de movilidad hayan podido contar con sus vecinos para cubrir las necesidades básicas, como la compra semanal y los medicamentos para sus tratamientos.

El equipo de Apoyo a las comunidades y lo que interviene de manera integral con la comunidad del edificio de la calle Venus, se han ocupado de detectar casos en los que ha sido necesario recurrir a la intervención de los Servicios Sociales para obtener prestaciones, lotes del banco de los alimentos, ropa de entidades sociales, atención sanitaria a domicilio o la instalación del servicio de teleasistencia. La crisis por el coronavirus dejó sin ingresos desde el primer momento fuerza familias del barrio que han tenido que solicitar prestaciones económicas, negociar con las compañías de suministros o contar con el asesoramiento de los servicios de orientación laboral para encontrar trabajo.

Consorcio del barrio de la Mina