Aprovechando la celebración del día Internacional del pueblo Gitano, el pasado 8 de abril, el Parlamento de Cataluña constituyó el Intergrupo del Pueblo Gitano que según dijo la presidenta de la Cámara catalana, Núria de Gispert, “mejora el contacto entre los gitanos y los diputados, que percibirán de una manera más próxima las necesidades de este colectivo”. Se trata del primero intergrupo creado para abordar esta materia y uno de los cuatro que hay actualmente al Parlamento. Los intergrupos están constituidos por un representante de cada uno de los seis grupos parlamentarios y orientan su actividad al conocimiento en profundidad del ámbito para el cual han sido creados y establecer relaciones de trabajo e intercambio con otros intergrupos del Estado Espanyol. .

 

El mes de marzo la Cámara tomó el acuerdo de creación de este grupo y se designaron los miembros que lo constituyen, los cuales ya asistieron al acto solemne que se celebró el día 8 de abril a la sala del auditorio del Parlamento. Estos son los diputados: Mila Fernández (CiU), Eva Granados (PSC), Rafael López (PP), Mercè Civit (ICV-EUiA), Anna Simó (ERC) y Jordi Cañas (C’s) en representación del Grupo Mixto que forman con Solidaridad Catalana. El acto estuvo presidido por Núria de Gispert y contó con la participación del consejero de Bienestar social y familia, Josep Lluís Cleries, el presidente de la Federación de asociaciones gitanas de Cataluña (FAGIC), José Santos Silva, y cuatro jóvenes gitanos que dieron su testigo.

Formación y profesionalización
El mensaje que dieron los jóvenes ante el público que llenaba la sala tuvo un denominador común, el de que el futuro de su gente pasa indiscutiblemente por la formación y la profesionalización de las nuevas generaciones. Los cuatro, profesionales con formación en varios ámbitos, coincidieron a reforzar la necesidad de un cambio de perspectiva respeto el valor y la importancia de la educación en las familias gitanas. Por un lado, apelaron a los padres y madres de su comunidad porque acompañen con responsabilidad sus hijos e hijas en el proceso de escolarización y aprendizaje. Y, por la otra a los jóvenes como ellos, porque se marquen retos personales y objetivos de altos vuelos que contemplen la enseñanza secundaria y universitario para ir engordando este nueva generación de jóvenes gitanos preparados y capacidades para dar un salto cualitativo.

La mejora del futuro personal y colectivo del Pueblo gitano tiene que dejar atrás los estereotipos de marginalidad y estigmatización, para, sin perder identidad, lograr la integración definitiva. Desoyendo discursos internos que todavía predican la discriminación de género o parados en inercias sociodependientes que no consideran que el esfuerzo a largo plazo sea un valor por él mismo de cara a la mejora social y económica de sus familias. Noemí Fernández, que trabajo en una empresa internacional, se mostró orgullosa de que sus padres apostaran por la educación de todos sus hijos y especialmente de las hijas “no escucharon el entorno que los decía que sacasen a la niña de la escuela”, dijo. Raquel Salazar, dedicada en el mundo de la educación y madre de tres hijas, habló de “romper el círculo vicioso” en que históricamente ha vivido su pueblo, apostando firmemente por la educación obligatoria y post-obligatoria. Jèssica Gómez, enfermera, vive con satisfacción que “el que hago es bueno para la sociedad” y comprobar que su condición de gitana puede ayudar mucho cuando se trata de pacientes también gitanos, contra los cuales, según denunció, todavía hay prejuicios en el mundo de la sanidad. Y, finalmente, Daniel Martínez, criminólogo, se mostró convencido de las oportunidades al alcance de las nuevas generaciones gitanas cuando estos optan por la formación y la profesionalización, “el mejor todavía está para llegar”, dijo, a la vez que recordó que no se trata de pasar por un proceso de “desagitanamiento” para lograr la integración social, sino ocupar lugares relevantes manteniendo la identidad.

Reconocimiento y salvaguarda de identidad
El consejero Cleries también se refirió a la lucha por las oportunidades de la comunidad gitana, y recordó su doble condición de ciudadanos del mundo y pueblo arraigado. En el caso de Cataluña son 80 mil personas, ciudadanos de pleno derecho del pueblo catalán, que institucionalmente, a través de las leyes y del propio Estatuto (arte. 42.7) tienen garantizado el “reconocimiento de su cultura como salvaguarda de la realidad histórica de este pueblo”. El representante del Gobierno catalán habló de la voluntad de continuar “haciendo camino juntos” desde la corresponsabilidad, con de la Federación de las asociaciones gitanas y desde el Consejo del Pueblo Gitano, revisando el Plan Integral, para lograr su integración y normalización en plenitud.

La presidenta del Parlamento, insistió en la importancia de la educación y del papel de las mujeres para conseguir la plena escolarización de sus hijos e hijas. Lamentó con contundencia “los prejuicios, estereotipos y clichés muy consolidados en el imaginario colectivo que tan mal ha hecho al pueblo gitano”, añadiendo que no son tolerables, puesto que “la línea de la convivencia es muy frágil”, dijo, por el que se mostró esperanzada después de escuchar los testigos de los cuatro jóvenes. Celebró el cambio de perspectiva que acaba de hacer la Comunitat Europea, al considerar las cuestiones referidas al Pueblo gitano un asunto de bienestar social orientado a la mejora de la calidad de vida y, no como hasta ahora, un asunto de extranjería.

El acto había empezado con la inauguración de la exposición COM TU sobre la historia y las vicisitudes del pueble gitano, y la reunión previa que mantuvieron la presidenta y el consejero con una representación de las asociaciones gitanas. Acabó con la interpretación del himno gitano Helamos Helamos a cargo del violinista Emil Bolozan.

Consorcio del barrio de la Mina