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El Ayuntamiento de Sant Adrià prepara el camino escolar de la Escuela Cascabel para inaugurarlo el curso que viene. El proyecto se encuentra ahora en su fase inicial con la recogida de datos para poder dibujar luego sobre un plano los diversos recorridos de ida y vuelta a la escuela que hacen los alumnos. A partir de ahí se definirán los itinerarios de las hormigas verdes y blancas que los acompañarán cada día.

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Desde el año 2013, cada nuevo curso el departamento de Educación del Ayuntamiento en colaboración con el de urbanismo y la policía local ha puesto en marcha un nuevo camino escolar en el municipio. El primero fue el de la escuela Pompeu Fabra, curso 2013-2014, este el de la escuela Cataluña, y el curso próximo le toca a la escuela Cascabel, donde más o menos la mitad de sus alumnos son vecinos de la Mina y la otra del barrio del Besòs. El proyecto, que está pensado sobre todo para los niños y niñas de tercero a sexto de primaria, se presentó en el claustro de maestros y el centro dio su visto bueno. Según su directora, Àngels Pérez, "nos ha parecido una iniciativa positiva que esperamos que sea en beneficio de nuestros niños y niñas". Este mes de enero cada alumno, los más pequeños de tercero y cuarto con ayuda de sus familias, dibuja en un plano su recorrido y responden a un cuestionario sobre cómo hacen este camino. Si andando, en bicicleta, transporte público, vehículo particular ..., si se quedan en el comedor o no, quién es la persona que los acompaña tanto a la ida como a la vuelta y el tiempo que se está. En otro bloque de preguntas se habla del camino a la escuela, de cómo es, de cuánto se tarda, de cómo les gustaría hacerlo, de qué ventajas tiene ir a pie, de las dificultades que puede tener, y también se 'ls pide sobre su predisposición a participar en el proyecto. Ya que una vez puesto en marcha el camino escolar se constituye una comisión de seguimiento en cada centro formada por una representación de maestros y familias.

  

Con la colaboración de todos
Una vez se tienen los itinerarios individuales, se ponen sobre plano y luego se dibujan los diversos trazados del camino escolar que tendrán en cuenta los recorridos más concurridos y los más adecuados en base a que discurran sobre un entorno seguro y agradable. Para ello se revisan todos los pasos de peatones, si es necesario se repintan, se ponen o se quitan pilones, se repasa el asfaltado, se estudian las zonas de aparcamiento para que no bloqueen la visibilidad de los niños, si es necesario se cambian los contenedores de lugar o se avisa al departamento de medio ambiente para que se cuide de podar el arbolado, se verifican todas las señalizaciones y se hace un vistazo al mobiliario urbano por si hay que cambiar o poner algún banco más. El resultado es una ciudad más segura y transitable para sus ciudadanos más jóvenes con el objetivo final de que puedan ir solos a la escuela, como una parte más de su crecimiento personal. De ahí que también se pida la colaboración de los comercios por donde pasa el camino, a los que se les designa como "tienda amiga" tras firmar un documento de compromiso, de modo que si surge algún imprevisto por el camino se pueda recurre a ellas para resolverlo. La comisión permanente del Ayuntamiento formada por los técnicos municipales de los distintos departamentos, vela por el buen funcionamiento de los caminos con la colaboración de las comisiones de centros que se encargan de hacer llegar sugerencias de mejora o posibles incidencias, como puede ser el inicio de unas obras que afecten algún punto del recorrido. De ahí la importancia de la implicación de las familias que son las que diariamente hacen el recorrido y pueden detectar más rápidamente cualquier anomalía.

Fotos e imagen: Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs

Consorcio del barrio de la Mina