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"El barrio de La Mina de Sant Adrià de Besòs ha sufrido problemas de marginalidad y conflictividad social desde su creación entre las décadas de los años 60 y 70; problemas importantes que degradaron la vida de la comunidad y el espacio de convivencia..."
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Desde el año 2000 se está desarrollando un importante Plan de Transformación del barrio a fin de mejorar las condiciones de vida y convivencia de la población, con la finalidad de fortalecer la comunidad a medio y largo plazo para conseguir su plena integración y normalidad.

 

Una de las líneas de trabajo del Plan de Transformación se fundamenta en las intervenciones de ámbito social y, entre éstas se encuentra el servicio de educadores de calle. Su trabajo permitió detectar el potencial interés de un buen número de jóvenes del barrio no vinculados a ningún servicio, por la Batucada. La Batucada es un estilo de música de animación de calle de origen brasileño que permite trabajar aspectos educativos a través de la percusión. Ésta posibilita el trabajo de habilidades sociales y relacionales que facilitan la inclusión social de los participantes en la comunidad de manera activa y positiva.

 

Una primera convocatoria abierta a jóvenes, entidades y servicios del territorio para recoger tanto la voluntad de los jóvenes de participar en esta iniciativa, como las posibilidades de acompañar la misma desde el conjunto de la comunidad tuvo mucho éxito. Y en el mes de mayo de 2005 empezaron los ensayos, a cargo de uno de los educadores de calle (que aprovecha así su talento musical) y de otros educadores de diferentes servicios del territorio. El espacio de ensayo es el Parque del Besós, con una doble intención. Por un lado, la visualización del trabajo de los jóvenes y, por otro, la desestigmatización del parque, infrautilizado por la comunidad a causa de su per epción como espacio inseguro.

 

Cerca de 40 jóvenes de edades comprendidas entre los 14 y los 25 años fueron participando de manera intermitente en la iniciativa cuando se decidió realizar un acto que ahondara en el sentimiento de pertenencia al grupo y al territorio. Así pues, el mes de diciembre de 2005 se hizo una convocatoria abierta, todo un sábado, invitando a otros grupos de percusión catalanes, en el que participaron seis grupos de percusión de diversas poblaciones, unas 120 personas en total. Los protagonistas y líderes de la organización fueron los propios jóvenes, que invitaron a otros colectivos del territorio a acompañar la acogida de los visitantes. Desde entonces, el grupo se ha ido consolidando, con un núcleo de jóvenes más comprometidos en el conjunto del funcionamiento, que ha permitido hacer las primeras actuaciones tanto en actividades del propio barrio como de fuera del mismo.

 

El grupo no percibe aportaciones económicas por sus actuaciones en el entorno del barrio y, en el caso de intervenciones fuera del mismo, se aceptan donativos por parte de las entidades organizadoras de actividades que cuentan con las actuaciones del grupo. Esto es así, por un lado porque el grupo no tiene una calidad musical suficiente para comercializar su actividad, y, por otro, porque tampoco cuenta con entidad jurídica (ni con capacidad técnica) como para ofrecer el servicio de actuación con caché. El conjunto de los integrantes del grupo junto con los educadores que les acompañan son quienes deciden la inversión a hacer con las donaciones que se obtienen, que hasta ahora ha sido íntegramente para dietas, transportes, vestuario y mantenimiento del material.

 

 

La proyección de “Batukamina” hacia el exterior del barrio es un elemento fundamental, participando en eventos, encuentros, intercambios o estancias que pongan a los jóvenes en relación con otros colectivos similares y que les aporten una mayor capacitación individual y grupal, o, simplemente, les abran los ojos a otras realidades. Pero, además, supone una proyección positiva del barrio en el conjunto del territorio catalán, absolutamente importante para borrar mitos de tiempos pasados.

 

La Mina es un barrio que ha sufrido a lo largo de los años un fuerte aislamiento, en un entorno de importante degradación urbana y social, donde la población ha compartido deficiencias formativas, socioculturales y socioeconómicas. La confluencia de todos estos factores ha determinado una imagen pública del barrio extremadamente negativa.

 

Hasta el momento actual, se ha ido trabajando educativamente el proceso de acompañamiento tanto del colectivo como de sus miembros a título individual. Lo que se plantea ahora es la necesidad de dar un impulso hacia la autonomía del grupo, llegando a constituir “Batukamina” como un grupo en si mismo, sin obviar el soporte de la comunidad y de los profesionales, pero con un grado de autonomía de funcionamento más elevado.

 

La experiencia nos demuestra que estando cerca de los jóvenes, apoyando sus iniciativas culturales y populares, se facilita su cohesión, los organiza, los estructura, y les ofrece alternativas interesantes y lúdicas para su tiempo libre; un tiempo libre en el que son actores y no meros espectadores: ellos son los protagonistas. Además, en el caso de jóvenes que pasan demasiado tiempo en la calle, la percusión ha demostrado ser una herramienta eficaz para introducir palabras como constancia, esfuerzo, o respeto en su vocabulario.

 

Uno de los retos a corto plazo es ampliar el número y, especialmente, la tipología del colectivo con nuevos jóvenes tanto del barrio como de fuera del mismo, de realidades socioculturales y socioeconómicas diferentes y generar así una retroalimentación mutua, así como ampliar el equilibrio de género en el grupo. La intención es generar un intercambio enriquecedor a partir de la diferencia. Actualmente el grupo lo componen jóvenes tanto gitanos como no gitanos, muchos menores de edad, algunos con un cierto tipo de discapacidad y mayoritariamente de género masculino.

 

El futuro nos apunta la posibilidad de constitución de un grupo estable de animación de disciplinas diversas en el barrio, que incluya otras disciplinas musicales, zancudos, malabaristas, acróbatas,…, preparar coreografías y actuaciones de teatro,… Un proyecto donde todo el mundo sume, y se alcance una mayor rePERCUSIÓN SOCIAL (positiva) de las acciones de los jóvenes hacia su comunidad.

 

Publicado en la revista "EntreJóvenes"